sábado, 20 de junio de 2009

Imposibilidad


La relación sexual no existe… Esta es una de las frases canónicas de Lacan que se deslizan de su enseñanza provocando más bullicio. En ocasiones se ha repetido muy huecamente este aforismo lacaniano. Y de lo que trata esta aseveración es de una imposibilidad: de lo imposible de la armonía en cuanto a la sexualidad. De lo real como imposible (imposible de aprehender desde lo simbólico).
(Para aquellos que siempre se intranquilizan cuando la escuchan… situemos con prisa: pero sí existen las relaciones sexuales)
Los seres humanos, lo somos porque el lenguaje intercedió constituyéndonos como tal. Y la sexualidad (eso que “cojea” siempre entre nosotros) está cincelada por los efectos del lenguaje sobre el ser. Es decir, que entre un hombre y una mujer, está ineludiblemente ya la palabra atravesada. Por lo que, también el objeto que nos satisfaría sexualmente, es de una armazón significante.
Los animales, en cambio, no se enredan afanosos en buscar salidas a su comportamiento sexual, pues cuentan con el código del instinto. Y en su animalidad, tanto el objeto sexual, como su solución de satisfacción, no están entretejidos por lo engañoso de la palabra. El venadito tendrá su venadita… y sabrá casi con precisión toda la técnica de cortejo, acceso y satisfacción en el momento adecuado. (En el colmo de no sé qué condición de homo sapiens, me tomo la potestad de hablar por ellos, de ellos, sin ser ellos, y habiéndolos visto muy pocas veces en mi vida!)
Decir que no hay relación sexual, a partir de Lacan, tiene que ver con que no hay proporción (correspondencia, reciprocidad) entre los sexos, que ellos no son complementarios entre sí. Entonces… que en los humanos, la una no es diáfanamente para el uno… O quienquiera sea el partenaire sexual.
La no relación sexual en la teoría lacaniana se refiere a que lo concerniente a la sexualidad no es escribible, que no puede formalizarse en términos del significante. Que esto pertenece a lo real, que no es simbolizable. Y lo que vendrá a sustituir esta imposibilidad es el goce fálico. Es decir, no hay relación (proporción) sexual entre el macho y la hembra, por tanto lo único que el inconsciente puede escribir sobre este agujero esencial, es el goce fálico, ese goce que toma como referencia al falo, un significante primordial y universal. Cada quien se ubicará a uno u otro lado (y esto comprende a las inclinaciones homosexuales, casi exclusivas de nuestra especie) tomando como eje este tipo de goce, digamos, permitido, simbolizable. De otros goces, imposibles de apresar fálicamente, no es seguro que pueda escribirse algo…

….y este blog mismo, que Verónica ha fantaseado con dejar ya próximo a su aniversario, también sospecho que ha querido ser una búsqueda de interlocutor, de complementariedad.
Y, bueno, de ese malentendido… no siempre se puede escapar. Está ahí, ¿ves?

*La creación de Adán (Detalle), Miguel Ángel

4 comentarios:

Michell Pérez Acosta dijo...

Verónica,
interesante postulado..
Y una vez más, el breve párrafo final, medio críptico para mi..Creo haberlo entendido, quizá a medias, pero sería largo d explicar aqui mi interpretación..
Saludos desde mi rincón del Mundo

Anónimo dijo...

Frivolités dominicales, en passant.

Chère femme sapiens,
no sabes lo que deben sufrir las pobres venaditas (o no!). Nadie les preguntó lo que pensaban, o sentían... Y los ven a dos! Quizás el código del instinto les dice que el placer tiene como único fin la reproducción - y sin embargo, parece que la homosexualidad está más presente de lo que se piensa en el reino animal. Nada, que los animalitos son también complicados y tienen su razones que la razón humana ignora.
Imagen. Las grietas en el muro trazan croquis ambiguos, una mano dice "soy" (la de la izquierda), la otra "quiero tener".
Deseo. Fusión, igualdad en el deseo? Claro que. No existe. Identidad negativa del espejo que tiembla en los polos. Lacán hubiera podido decir : "la no-relación sexual existe"? O maquiavélica - y fálica - mente : "la no-relación sexual no-existe"? Puesto que respirar con fruición es ya...
Pero se ve. Quiero decir.
Disléxicamente pasé sobre el título de manera imprecisa y entonces leí: " Mi-posibilidad"
Excuse-moi par ce commentaire léger. Y gracias por tu post que, como siempre, nos enriquece y hace pensar. Lindo domingo para tí.
ELB

Verónica dijo...

Michell, gracias, eh! No está tan encriptado al final, fíjate que ya con lo que tú dices de medio-entenderlo, me ayudas mucho en mis largas discusiones con Verónica que le pesa un poco seguir escribiendo este blog! Es una broma, pasaré a visitarte.
Saludos!


Cher passeur Beno, mucho me reí con tu comentario! La imagen, es el momento en que la mano de Dios toca la de Adán para insuflarle vida, creo que es asi. No hay paridad o igualdad (uno divino, otro humano) pero se confía en la semejanza, es más, se anhela la identidad o correspondencia.
Lo de que "no hay relación sexual", es Lacan llevando la lógica bien lejos, pues sería "eso que no cesa de no escribirse". Pero para que yo pueda seguir explicando cosas por allí, tendría que estudiarme aún mucho más de lógica.
Saludos y buen domingo a los dos!
Verónica

Anónimo dijo...

No entiendo. Pareciera que las relaciones sexuales fueran solo entre un hombre y una mujer...