viernes, 28 de agosto de 2009

Saber su lugar


“No sé qué hacer con ellos, me han acompañado tanto, me han servido, y que yo los tire así, a la basura… No puedo. Mi gran dilema ahora es dónde dejarlos.”
No puede separarse fácilmente de este objeto, unos espejuelos de gran aumento, inservibles ya luego de su reciente operación. Cuatro días llevan ellos todavía arropados en su bolso, y no se ha decidido hasta el momento por un lugar donde abandonarlos. Como si ningún ataúd fuera apropiado para rendirle la eternidad que merecen, tras largos años de servicio.
Mientras articulaba su homenaje, el dolor de tal desprendimiento y la incertidumbre de su destino, hizo ademán de ponerlos sobre mi escritorio, pero rápidamente los regresó a su regazo. Allí se estuvieron, muy atentos, durante toda la sesión.

11 comentarios:

Yo soy Medea dijo...

A veces se le coge amor a los objetos, no?

Verónica dijo...

Qué tal, Medea, qué bueno tu visita! Sí, a veces cargamos demasiado a los objetos afectivamente. En este caso hubo que sostener durante un tiempo el duelo por esta separación. Que no era estrictamente de los espejuelos...
Con mis saludos y contenta cada vez que pasas,
Verónica

Michell Pérez Acosta dijo...

Creo q yo en ese caso dejaría los espejuelos en cualquier lugar, incluso sin darme cuenta...o quizá los dejaba en manos del motivo d sepración # 1...
Saludos Verónica.

Verónica dijo...

Saludos, Michell. Sí, quizás ella también, con otro objeto, haría lo mismo. Aquí, este objeto está demasiado "armado" de gratitud, es inmenso esto para ella!
Siempre es bueno cuando comentas aquí, por eso, gracias (sin espejuelos!)
Verónica

Anónimo dijo...

Esto es genial¡
Me hubiese gustado ser psicólogo, y así no tener que inventarme historias. ;)

Un saludo Verónica¡

E-migrad@ dijo...

Ay, esos objetos que "encarnan" a otros - y Otros - de la realidad! Menudos objetos suelen ser.

Investidos hasta el no va más estaban los anteojos en cuestión, eh! Vaya duelo le habrá tocado hacer a tu paciente. Ojalá lo haya sobrellevado bien y haya desanudado ese nudo más de su historia.

Que tengas buena semana.

Cariños, E-migrad@

Verónica dijo...

Hola, a.c.rey., gracias. Y de todos modos uno sigue inventándose historias... Saludos para ti!


Emigrada de vuelta, qué bien! Tienes razón, y finalmente ella encontró un lugar insólito para depositarlos, que calmó mucho.
Ten buena semana tú también, y mis saludos de siempre,

Verónica

Ernesto G. dijo...

Separarse del objeto es desobjetivizarse, desmaterializarse, espiritualizarse? A que estamos atados al objeto o a la costumbre del objeto o a las dos cosas?

Verónica dijo...

Qué tal, Ernesto G.! Algunos objetos, como en el caso, cobran valor extra por la significación particular que sostienen. De cierto modo tú lo has dicho, porque con la separación esta, ella pudo "espiritualizar" mucho de lo que la gratitud implica en su vida.
Saludos para ti (no te separes de los blogs!)
Verónica

Yo soy Medea dijo...

Me interesa tanto este tema, aunque no entiendo muy bien. Se trata de una paciente que necesitaba desprenderse de "exceso de agradecimiento"?,

Verónica dijo...

Medea, más o menos sería que lo importante que este objeto pudo mover, en su análisis particular, fue el tema de la gratitud, del agradecimiento, del servicio, muy central (y sintomático) en su vida. Gracias por regresar y preguntar,
Saludos,
Verónica