lunes, 7 de julio de 2008

El lado masculino de la sexualidad


Parados en el borde de este abismo que es hoy el debate sobre la identidad de géneros, las difíciles fronteras entre los sexos, la sexualidad, en general, se me ocurre que el psicoanálisis señala un sesgo interesante al respecto, habiendo sido responsable directo de la promoción de este tema a primera plana.

¿No han oído decir que todo se debe hablar, que hablar alivia? Bueno, esta misma invitación ha regresado de un modo exigente e insaciable: es importante que se hable de sexo, que así se cura el problema. Como si en realidad hubiera posibilidad de cura “de la propia sexualidad”.
Pero lo interesante que dice el psicoanálisis al respecto, me parece, es que más allá de las determinaciones biológicas, de lo que se trata es de la implicación subjetiva del sexo. Vamos a ponernos lacanianos: Es lo que se llama la “asunción” de un sexo. Existen dos lados distintos en cuanto al deseo, diferentes estilos de amor, digamos, en fin, cada quien se posiciona a uno u otro lado con respecto a la herida común que es la castración.
Del lado hombre, él tiene el falo, esto define para él todo el campo del tener, de ser el portador, del acceso a la acumulación de objetos, etc... Del lado mujer, (ya nos encargaremos de ellas en otro post) ella es el falo, es decir, ella debe hacerse desear por el hombre, o lo que sigue esta misma línea de pensamiento: que el deseo de un hombre por ella le rinda homenaje a ella como falo, como tesoro precioso que ella toda es. ¿Siguen hasta aquí?
A lo largo del devenir de la humanidad, el hombre se ha confrontado con el sinuoso retrato de lo que es ser un hombre en cada época, todo aquello que se prescribe se cumpla para su masculinidad. (Sexualidad, paternidad, vida conyugal, etc.) Quizás era más fácil para ellos este camino cuando la autoridad de un padre fuerte y bien respetado definía que el noble camino de acceso a la sexualidad era tomando a la mujer como objeto de deseo y ya. Esta condición erótica funciona, siempre que la mujer este dispuesta a ser un sustituto del objeto con el cual el hombre compense su castración (diciéndolo todo rápido, y saltándonos varios seminarios introductorios)
Un tema que sólo esbozo aquí, pero es apasionante también en la sexualidad masculina, es la figura de Don Juan, quien no interrumpe nunca la búsqueda, mujer, tras mujer… para no tener que tomar a una sola y jugarse su virilidad únicamente con ella.
¿Qué sucede hoy? Muchos de estos semblantes o identificaciones prescritas se han vuelto frágiles, anacrónicos, y el hombre, un poco desamparado de nuevas representaciones, encuentra con dificultad sus propias soluciones. Ya la figura de un padre autoritario, de respeto, sin fallas, no se sostiene más en esta época de caídas de los ideales y de derrumbes de creencias en una ley intachable. A caídas de ideales, no se preocupen, sobreviene el diluvio de los objetos de consumo en la actualidad, en compensación. (Aquí el valor inapreciable de los gadgets o estos nuevos objetos tecnológicos que crean dependencias increíbles en los hombres de hoy.)
¿Una mujer o el próximo Ipod?
*Fotos de mi hermana L.

17 comentarios:

Ernesto G. dijo...

Me gusta mucho mi Ipod y me da placeres indescriptibles, pero entre una mujer y un Ipod, siempre me iria por la mujer.

lapiz y nube dijo...

Ando apuradisimo; pero tratare de dejarte un comentario esta noche.

Verónica dijo...

Gracias, Ernesto G., por compartir tu propia elección... Sí, la idea también es esa: hablar sobre los objetos que el hombre pone ahi para obtener satisfacción, sustituyendo su obtención por la via del amor y la sexualidad. Por cierto, no es exclusivo de los hombres los apasionamientos adictivos a los gadgets, pero esta función consoladora de los últimos aparaticos tecnológicos está más relacionada con el lado masculino, por lo que explicaba de tener que ponerle objetos sustitutos a la pulsión.
Saludos, ¿de verdad no habría un Ipod que te haría cambiar de opinión? :)
Verónica

lapiz y nube dijo...

Pues yo decidiria como mi tocayo. Me gusta mi iPod, lo escucho a diario; pero puestos a escoger lo sacrificaria sin vacilaciones. Casi no puedo pensar que sea de otro modo. Y ademas creo que muchas otras personas tomarian la misma decision. Ahora bien, si tuviese que decidir entre una mujer y la ciudad en la que vivo...esto es mas dificil. Y si tuviese que elegir entre mi carrera y una mujer, creo que optaria por lo primero. Me parece que esta es una decision menos dolorosa para los hombres que para las mujeres.
Saludos.

Aguaya dijo...

Y los blogs también hacen su competencia... y cómo!

Estaré a la espera de la otra cara de la moneda, a ver qué escribes sobre las féminas..........

Verónica dijo...

Ernesto, gracias también a ti, pero me pones a pensar en otra cosa: de todos modos, la ciudad y tu carrera no son objetos directos facilmente sacrificables, digamos, creo que no se comparan con la inmediatez directa de satisfacción con una persona amada... se me ocurre... no sé...
Por otro lado, es cierto lo que dices, es mucho mayor el apego por ejemplo, a una profesión elegida, porque pienso que ahí estamos más metidos con todo nuestro ser, estamos identificados con lo que ejercemos... Sí, son enriquecedores los comentarios!
Saludos,
Verónica

Verónica dijo...

Aguaya, claro, yo no lo sabía muy bien antes de meterme a abrir un blog... Tú que tienes una experiencia envidiable, quizás nos cuentes algún día el secreto de cómo haces con esta pasión de los blogs.
¿De verdad queremos enterarnos del lado femenino? Es más complicado... no se resuelve fácilmente con Ipods... :)
Saludos,
Verónica

Aguaya dijo...

Sí, yo creo que escribiré algo al respecto... pues ya me han preguntado antes...

Tienes razón, creo que nosotros somos más "complicadas", :-)))

Un abrazo bloguero,
AB

Ernesto G. dijo...

A riesgo de sonar vulgar, debo recordarles que para las mujeres también hay "gadgets."

lapiz y nube dijo...

Si, please, escribe sobre el lado femenino. Es bueno tener espias.

lapiz y nube dijo...

Es verdad que los ejemplos de la profesion y la ciudad no se pueden comparar con lo que hablabas sobre los gadgets. Eran otras historias.
El asunto es que no tengo gran apego a los ultimos aparaticos tecnologicos. Ni siquiera se bien cuales son las novedades que van apareciendo. Quizas por que con un iPod y un ordenador ya creo que esta bien.
Mi nueva adiccion son los blogs -trato de imponerme un horario para revisarlos y actualizar el mio. No estoy realmente muy seguro sobre si un blog sea precisamente un aparatico tecnologico. Quizas si. De que consumen tiempo, no me cabe la menor duda. Tambien, en mi caso -puede que en otras personas sea distinto- siento que las entradas en mi blog me ayudan a escribir con mas soltura y agilidad.
Saludos.

Verónica dijo...

Ernesto, sí, algo aportarán los blogs al goce propio. Ya volveré sobre los aparaticos, y con ambos (blog y Ipod, digamos) uno termina por aíslarse de los contactos más cercanos...
Ernesto G., ¡qué agudeza! Cierto, pero la sexualidad femenina es tan compleja!
Saludos,
Verónica

Ernesto G. dijo...

De acuerdo, Veronica, de acuerdo.

lapiz y nube dijo...

Hey Veronica:
Ya tengo deseos de leer tu post sobre el iPod y los Blogs. Vi tu comentario en mi trabajo y de regreso a mi apartamento - en el metro- la pase tratando de hacer un balance sobre el hecho de haber llevado un blog por tres meses. No entrare en grandes detalles sobre esto; pero creo que basicamente el blog me ha permitido ampliar el circulo de amistades. Hasta ahora no ha sido un aumento significativo de conocidos (con los que mantengo muy buena onda); pero no veo que haya disminuido mi contacto con personas cercanas (ni fisica ni sentimentalmente cercanas). Y cuando digo que he ampliado el circulo de personas conocidas me refiero tambien a gente que vive aqui, en NY, ademas de intercambiar correos electronicos con alguien que admiro mucho y que vive en Cuba. Tambien me invitaron a publicar un articulo en una antologia (por lo cual estoy muy agradecido). Pero esta es solo una experiencia de tres meses y no me extrannaria que transcurrido un tiempo o yo desatienda mi blog o sea como tu dices y empiece a perder el contacto con personas que me son cercanas.
Y en cuanto al iPod, yo no suelo abusar mucho de el. Creo que lo uso una, a lo sumo dos horas diarias.

Bauta dijo...

Jejeje..Ante la disyuntiva mujer/Ipod, hay alternativas para llevarse al agua lo mejor de los dos mundos. Por ejemplo, la mujer que a mi me ocupa, canta. :) :)
Saludos Verónica.

Verónica dijo...

Bauta, ¡magnífica combinación! Pero... ¿cantará siempre que se lo pidas? ;)
Muchos saludos, y una bienvenida, a mi me gusta mucho tu blog,
Verónica

Ernesto G. dijo...

La mia no canta pero come fruta. :)